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Ecosistema:
¿Los más grandes? ¡Son los más pequeños!

Los agricultores del Val Venosta y el papel de los insectos útiles.

Como quizás ya sepáis además de las molestas plagas, también hay muchos insectos beneficiosos que habitan los huertos de manzanas. Abejas que polinizan las flores o escarabajos que combaten los parásitos. En definitiva, ayudantes que mantienen el equilibrio de la naturaleza. ¿Pero como consiguen los agricultores del valle atraer a sus campos estos preciosos aliados? Muy simple (pero no obvio): ofreciéndoles un hogar cómodo donde vivir, contribuyendo así al equilibrio del ecosistema.
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Sitios de nidificación
Un hábitat para pequeños ayudantes.
 
Sitios de nidificación
¡Los insectos ciertamente no están entre los animales más apreciados y eso es algo injusto! Ya que en los huertos tienen un papel importante. De acuerdo con el principio "comer y ser comido", mantienen el equilibrio del ecosistema y, a largo plazo, mantienen a raya las presencias indeseadas. Cada insecto tiene sus propias fortalezas, como "parásitos que comen" o polinizadores. Por eso es importante proteger la biodiversidad.

Los cazadores de la noche.

¿Los murciélagos dan miedo? ¡Ni mucho menos! En los huertos de los agricultores del Valle Venosta son invitados muy queridos. Representan un eslabón indispensable en la cadena ecológica. Cada noche cazan plagas en los huertos. Para estos buenos insectívoros, los agricultores construyen nidos o los albergan en buhardillas abiertas.
 
 
 
 

Check-in en el hotel para insectos.

Seamos honestos: un hotel para insectos parece más una broma que una medida ecológica. En realidad, sin embargo, es una idea brillante. Los agricultores están construyendo pequeños "hoteles" para los insectos con la esperanza de que se llenen. A veces, los huéspedes se quedan de por vida y pagan la estancia llenando su estómago con agentes dañinos en el huerto. ¡Un buen trato!
 
 
 
 
 
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Abono verde y rayas florales.

Donde hay plantas, hay vida.

 
Abono verde y rayas florales.
Un hotel de insectos y cajas nido son cosas excelentes. ¿Pero todavía falta algo? Exactamente: comida y espacio para todos. Al florecer no solo los árboles sino también las flores y plantas circundantes, los agricultores han creado un hábitat acogedor y una fuente de alimento para sus pequeños ayudantes.

En la capa herbácea, entre los árboles y los bordes de los huertos, los insectos pueden apartarse y disfrutar del placer del polen y el néctar de las flores. Además, el abono verde y las rayas florales aumentan la fertilidad del suelo de una manera completamente natural. De este modo, se utilizan menos productos fitosanitarios y se conserva la biodiversidad. Después de todo, los huertos son ambientes de vida y no solo sitios de producción.

Abono alternativo: ¿qué es?

Para asegurarse de que siempre haya plantas con flores, los agricultores tienen muchas posibilidades diferentes. Plantan flores en los bordes de los frutales o hacen florecer solo algunas zonas. Para evitar, sin embargo, un nuevo crecimiento entre los árboles, usan el acolchado alternativo. Las rayas florales se dejan florecer en unas líneas alternas, para no agobiar los manzanos.
 
 
 
 

Acción "girasol"

Cualquiera que piense que los huertos son sitios de producción sin vida está equivocado. Innumerables insectos, anfibios, aves y pequeños mamíferos residen en los árboles y alrededor. Para dar visibilidad a los huertos de fruta como hábitat, hace años nació la acción "Girasole" (girasol) en Val Venosta. Desde entonces, cada final de verano y otoño, el valle entero brilla con un intenso color amarillo girasol. En junio, los agricultores siembran las flores y ofrecen un toque de color a los frutales incluso después de la floración de los arboles. ¡Esto no solo es atractivo para los animales, sino también para los transeúntes!
 
 
 
 
 
25-50 especies de plantas
crecen en un solo frutal
¡Más de 4.000 animales
viven en cada metro cuadrado!
5.200 semillas de girasol
florecen cada otoño en Val Venosta.
 

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