Pasión de los productores
Hola, somos Sonja y Martin.
En el Valle Venosta, el cultivo de manzanas no es solo un oficio, sino una verdadera vocación.
Nuestras familias se han dedicado al cultivo de manzanas durante generaciones. Desde pequeños, pasamos nuestro tiempo entre los huertos, aprendiendo de nuestros padres y abuelos todos los secretos de este arte. Este conocimiento transmitido es para nosotros un tesoro valioso, que hemos enriquecido con nuestras propias ideas y las tecnologías más modernas. Ser productor de manzanas no es solo un trabajo, sino una auténtica pasión: cada árbol y cada manzana son importantes para nosotros, y los cuidamos con el mismo cariño que a un miembro de nuestra familia. La cosecha de otoño, en particular, es siempre un momento especial: en cada manzana está el fruto de un año de esfuerzo y dedicación, y nos sentimos orgullosos de tener en nuestras manos el resultado de nuestro trabajo.
Tradición familiar
Las manzanas se cultivan en el Valle Venosta desde 1950, y el conocimiento agrícola se transmite de generación en generación.
Agricultura a pequeña escala
Las explotaciones agrícolas son familiares y gestionan pequeños huertos de un máximo de tres hectáreas.
1.500 familias de productores
En el Valle Venosta, 1.500 familias se dedican con pasión al cultivo de manzanas en sus granjas familiares.