Microclima ideal
Microclima ideal
Hola, soy Franziska.
El microclima del Valle Venosta permite que las manzanas maduren con una calidad excepcional.
Soy una gran amante del sol, al igual que mis manzanas. Los numerosos días soleados del Valle Venosta son perfectos para nosotras. Por la noche, debido a la elevada altitud, las temperaturas descienden considerablemente, con una diferencia que puede llegar hasta los 16 grados Celsius. A primera hora de la mañana, bajo los primeros rayos del sol, las gotas de rocío brillan sobre las hojas: ¡un espectáculo maravilloso! Estas fuertes variaciones térmicas benefician a mis manzanas: su pulpa se vuelve más firme y crujiente. Además, el sol les da un bonito color rojizo en la piel… ¡y lo mismo nos pasa a nosotros, los productores de manzanas! Al ser del Valle Venosta, estoy acostumbrada al viento que sopla regularmente en el valle, manteniendo secos mis huertos: una gran ventaja para un cultivo natural.
300 días de sol
Mucho sol y poca lluvia crean condiciones óptimas para el crecimiento de nuestras manzanas.
Fuertes variaciones térmicas
La diferencia de temperatura entre el día y la noche ralentiza la división celular, haciendo que la pulpa sea más firme y crujiente.
Viento del Valle Venosta
La brisa fresca mantiene los huertos secos y protege los árboles de las enfermedades fúngicas.
Región manzanera alpina
Región manzanera alpina
Hola, soy Simon.
En el Valle Venosta, las manzanas encuentran las condiciones perfectas para crecer vigorosas gracias al clima alpino-mediterráneo.
Cada vez que miro desde mi granja hacia el Valle Venosta, siempre me maravillo. La amplia llanura verde del valle está salpicada de árboles frutales y enmarcada por los picos alpinos del grupo del Ortles: ¡realmente vivimos en un paraíso! En primavera, mientras los manzanos del valle están en flor, en las altas montañas todavía hay nieve. ¡Un contraste espectacular! Este paisaje natural es único y me llena de gratitud. Mis manzanas se sienten bien aquí en el Valle Venosta, igual que yo. A gran altitud, maduran más lentamente que en otras zonas, pero como solemos decir aquí: lo bueno se hace esperar. Con gusto damos a nuestras manzanas todo el tiempo necesario para desarrollar al máximo su sabor. Y el resultado se nota en cada bocado.
Altitud
Los huertos del Valle Venosta están situados entre los 500 y los 1.100 metros sobre el nivel del mar.
Un récord europeo
El Valle Venosta es la zona de cultivo de manzanas homogénea más alta de Europa.
Clima alpino-mediterráneo
Los Alpes protegen el Valle Venosta de las masas de aire cargadas de lluvia, mientras que desde el sur llegan corrientes de aire cálido.
Pasión de los productores
Pasión de los productores
Hola, somos Sonja y Martin.
En el Valle Venosta, el cultivo de manzanas no es solo un oficio, sino una verdadera vocación.
Nuestras familias se han dedicado al cultivo de manzanas durante generaciones. Desde pequeños, pasamos nuestro tiempo entre los huertos, aprendiendo de nuestros padres y abuelos todos los secretos de este arte. Este conocimiento transmitido es para nosotros un tesoro valioso, que hemos enriquecido con nuestras propias ideas y las tecnologías más modernas. Ser productor de manzanas no es solo un trabajo, sino una auténtica pasión: cada árbol y cada manzana son importantes para nosotros, y los cuidamos con el mismo cariño que a un miembro de nuestra familia. La cosecha de otoño, en particular, es siempre un momento especial: en cada manzana está el fruto de un año de esfuerzo y dedicación, y nos sentimos orgullosos de tener en nuestras manos el resultado de nuestro trabajo.
Tradición familiar
Las manzanas se cultivan en el Valle Venosta desde 1950, y el conocimiento agrícola se transmite de generación en generación.
Agricultura a pequeña escala
Las explotaciones agrícolas son familiares y gestionan pequeños huertos de un máximo de tres hectáreas.
1.500 familias de productores
En el Valle Venosta, 1.500 familias se dedican con pasión al cultivo de manzanas en sus granjas familiares.
Agricultura natural
Agricultura natural
Hola, soy Christoph.
Sostenibilidad y respeto por el equilibrio ecológico: así es como nace un cultivo de manzanas responsable.
Como productor de manzanas, observo la naturaleza cada día. Solo así uno se da cuenta realmente de la increíble diversidad de vida en los huertos. Las abejas polinizan las flores de los manzanos. Las mariquitas y otros insectos controlan las plagas. Todo está interconectado y, al final, es la propia naturaleza la que nos muestra el mejor camino. Como agricultor, trabajar en armonía con el entorno es una necesidad, y preservar los recursos naturales y fomentar la biodiversidad en los huertos es esencial. Solo así puedo recolectar manzanas sanas y de alta calidad, que puedo ofrecer con orgullo y tranquilidad. Y saber que puedo devolver algo a la naturaleza, contribuyendo a una agricultura sostenible para las futuras generaciones, me llena de satisfacción.
Fomentar la biodiversidad
Los agricultores crean refugios naturales en los huertos con hoteles para insectos, franjas florales y muros de piedra seca.
Menos es más
Los fitosanitarios se utilizan solo cuando las soluciones ecológicas no son suficientes para proteger la cosecha.
Preservar los recursos
Alrededor del 60% de los huertos del Valle Venosta están irrigados con un innovador sistema de riego por goteo, que permite un considerable ahorro de agua.

El detrás de escena del paraíso

Cada imagen cuenta una historia, pero ¿qué sucede detrás del objetivo?

Entre manzanas y sonrisas, capturar esta narración fue una experiencia intensa y conmovedora. Cada toma relata la historia de nuestros productores, que por un día dejaron los campos y se embarcaron en una nueva aventura. Ellos son los ejemplos vivos de quienes trabajan la tierra, transformando el paraíso en lo que es.

Un saludo desde el Paraíso de las Manzanas

Únete a nosotros en esta maravillosa aventura entre frutos y naturaleza.

¡Ya han llegado los fondos de pantalla oficiales del Paraíso de las Manzanas!