Trabajé como ingeniero mecánico y me atreví a alquilar un huerto de manzanas en Glorenza, en la parte alta del valle, para cultivar una variedad resistente a la sarna: Bonita. Aunque asistí a varios cursos y aprendí mucho de mis padres, al principio no tenía experiencia.

Todavía aprendo continuamente hoy en día. Veo todos los días lo importantes que son las sutilezas en la agricultura orgánica. Tengo que mirar con cuidado y paciencia. Tengo que integrar insectos útiles, cortar y atar los árboles para darles una estructura, ajustar la cantidad de frutas en las ramas y trabajar con la naturaleza y dejar que ella también trabaje para mí hasta la cosecha.

Me encanta cuando la naturaleza es mi amiga. Trata bien a la naturaleza y ella te trata bien. Esta es pura "vida bonita" para ambos. Se trata de dar y tener - equilibrado y sostenible.