Mi historia
Luise, tu Granja Dorfmoar fue reconocida en 2025 como “Explotación modelo Bioland para la biodiversidad” en Tirol del Sur. ¿Qué hace especial a tu granja?
La Granja Dorfmoar destaca por su biodiversidad y su cultivo mixto. La convertimos a agricultura ecológica y ahora cultivamos cereales, hortalizas, frutas y uvas, además de criar ovejas y cuidar un huerto de frutales tradicionales.
En los prados de aprovechamiento extensivo también hay una zona húmeda con juncos: un hábitat para patos, peces y martines pescadores.
Para mí es muy importante crear y conservar hábitats naturales para todo tipo de seres vivos: con madera muerta, montones de piedras o setos que plantamos junto con forestales y escolares. Hoy en día, en mis praderas crecen más de 70 especies vegetales, incluidas algunas muy raras.
¿Qué significa la biodiversidad para ti?
La biodiversidad refleja mi forma de vivir. Es una fuente de motivación diaria. Me impresiona cómo un ecosistema sano encuentra su propio equilibrio cuando lo dejamos vivir: todo está conectado, cada ser vivo tiene su lugar y su propósito.
Me fascina lo que ocurre a pequeña escala en un entorno intacto. Solo tenemos que observar con atención y respeto.
Pero también vivo esta diversidad de forma cultural: organizo eventos y acojo a personas que vienen a hacer WWOOFing, es decir, a vivir y trabajar en la granja.
¿Qué has aprendido trabajando con la naturaleza?
Aprendo constantemente. Me gusta aplicar técnicas tradicionales y trabajar con las manos me conecta con la tierra. La naturaleza transmite energía y serenidad.
Cuando necesito un respiro, me voy al campo. Mis manos encuentran las malas hierbas casi sin mirar, y mi mente se libera.
Para mí es clave actuar con el mayor respeto posible hacia la naturaleza. Tenemos una responsabilidad hacia las futuras generaciones. No se trata de explotar al máximo los recursos, sino de pensar más allá.
¿Qué significa para ti ser agricultora ecológica?
He hecho muchas cosas en mi vida, incluso he trabajado en el extranjero en ambientes de alto nivel. Ser agricultora ecológica como “outsider” representa para mí calidad de vida y una vuelta a lo esencial.
Vivimos en abundancia. La agricultura me devuelve a lo importante. Es un privilegio.
Ser agricultora ecológica es un trabajo a tiempo completo, que me exige mucho y a veces me lleva al límite. Pero también me llena profundamente: producir alimentos saludables y de alta calidad, y poder compartirlos con conciencia, da verdadero sentido.
Porque una alimentación sana es mucho más que comida: somos lo que comemos.