Mi historia
En Rablà, a los pies de los nevados montes Tessa se encuentra la casona Sigelguthof gestionada por Gerald Weithaler. Las pequeñas dimensiones de la propiedad rapresentan un fuerte incentivo para los agricultores bio. La finca es de dimensiones pequeñas y los propietarios se ocupan de trabajarla personalmente. Hace décadas, el abuelo de Gerald cultivaba aquí fresas, que después vendía en el mercado hortofrutícola de Merano.
Hoy en Sigelguthof crecen manzanos prósperos. Las variedades Golden Delicious, Red Delicious y Topaz son las que les dan los mejores resultados. Gerald, mecánico de profesión, adora trabajar al abierto, en la naturaleza, equilibrada y tranquilizadora, incluso cuando los campos son empinados y requieren muchos trabajo manual.
"No hay nada más precioso que el atardecer, cuando puedo admirar el valle como desde un balcón". El paso al cultivo ecológico, llevado a cabo en 2006, no ha conllevado grandes esfuerzos a Gerald. "Nunca hemos cultivado demasiado". Su fuerte sensibilidad hacia el medioambiente lo convenció a trabajar todavía más estrechamente con la naturaleza. Si algo es bueno de por sí, Gerald tiende a no intervenir. Me manera incondicional: "El rendimiento es menor, pero la calidad es mayor".
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