Mi historia
Ernst, trabajaste muchos años como comerciante de alimentos. ¿Era ya el tema ecológico relevante para ti en ese papel?
Sí, lo ecológico siempre me ha fascinado. También trabajé para grandes cadenas de distribución en el extranjero y pude observar cómo surgieron los primeros productos ecológicos hace unos cuarenta años. Sigo convencido de que lo ecológico es el futuro. La sociedad entera debe adaptarse a los cambios y reducir el impacto ambiental. Me alegra especialmente que la conciencia sobre este tema esté creciendo entre los jóvenes. A nivel global, puede que la agricultura ecológica sea solo una gota en el océano, pero es una gota absolutamente necesaria.
Ahora tú mismo cultivas de forma ecológica: ¿ha cambiado tu visión del mundo bio?
Sí, es completamente distinto cuando se vive el proceso desde el origen, desde plantar el árbol hasta cosechar la manzana. El cariño con el que se produce un alimento ecológico es mucho más palpable. También me he involucrado más a fondo con los principios y directrices de la agricultura ecológica, lo que ha transformado mi relación con la naturaleza y mi forma de actuar en el día a día.
¿Qué es importante para ti en el cultivo de tus manzanos?
Llevamos años cultivando nuestras fincas según los principios ecológicos, y afortunadamente cuento con la ayuda de un vecino experimentado que también es agricultor ecológico. Sin su apoyo, sería casi imposible. Cultivamos variedades como Golden Delicious, Gala, Pinova y Topaz, lo que nos permite escalonar la cosecha a lo largo de varias semanas. Nuestro objetivo es producir manzanas de alta calidad con el menor impacto ambiental posible, cumpliendo las expectativas de los consumidores. A título personal, también renuncio a usar redes antigranizo para preservar la naturalidad del huerto. Es una decisión arriesgada, pero estoy dispuesto a asumirla.