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Corazón, inteligencia, naturalidad
Una tierra fértil de primera categoría para el cultivo de la manzana
Los agricultores de Val Venosta no solo pueden presumir de su habilidad para cultivar manzanas. Llevan muchas décadas trabajando a mano con esmero, con métodos naturales y los secretos para conservar sus huertos frutales. Pero no importa que se dediquen a la agricultura integrada o biológica. Lo importante siempre es cumplir los máximos requisitos de calidad y respetar la naturaleza.
La producción integrada
¡O integrada, o nada! En el cultivo de las manzanas de Val Venosta no nos andamos con medias tintas. Nos ceñimos a las directrices de cultivo integrado y damos prioridad a los cuidados naturales.
Nuestro cultivo biológico se ciñe a los reglamentos europeos y a las estrictas directrices de cultivo de asociaciones como Bioland o Demeter. Hacemos honor al lema: Si no es bio, no es bueno.
Las manzanas prefieren ambientes secos y no demasiado cálidos. No solo durante la fase de conservación, sino también durante el período de maduración. No obstante, es necesario algo más para conseguir una manzana excelente: también se necesita la ubicación ideal, mucho sol y el compromiso diario de los agricultores, como en Val Venosta. Por eso las manzanas de Val Venosta son de primera clase en cuanto a sabor y calidad.
La naturaleza devuelve sus dones a los agricultores que, a lo largo de los años, han sido capaces de desarrollar un sofisticado sistema de riego que permite que los cultivos venostanos reciban la cantidad adecuada de agua en el momento oportuno.
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Val Venosta, el valle de la manzana
Su clima seco y templado no es lo único que convierte a Val Venosta en una zona de cultivo muy especial. En el oeste de Tirol del Sur se dan condiciones ideales.
El hogar de la primera categoría
Val Venosta, el valle de la manzana
Su clima seco y templado no es lo único que convierte a Val Venosta en una zona de cultivo muy especial. En el oeste de Tirol del Sur se dan condiciones ideales.